sábado, 24 de marzo de 2012

Espectáculos taurios en el siglo XXI

He captado esta información sobre las relaciones laborales en la Tierra, concretamente en la zona que denominan España.

Espectáculos taurios en el siglo XXI

Cuando hablo de espectáculos taurinos me refiero a todos aquellos en los que se utilizan toros con fines lucrativos.
No me gustan y pienso que son una ridiculez que en absoluto reflejan la realidad del pueblo español, por mucho que lo quieran adornar un toro de lidia es un animal doméstico adiestrado para el espectáculo.
Si un extraterrestre aterrizase en la tierra y por casualidad presenciase una corrida vería a un humanoide vestido con un traje ajustado, de hombreras imposibles, forrado de lentejuelas y luciendo un  gorro sin sentido jugando al cucutrás con una manta para marear a un herbívoro encerrado en un arenero, si esto no es suficiente se le infringen heridas con picas y puñales para acelerar el proceso  para acabar se le descabella con un sable largo si aciertan a la primera y  todo adornado con música de tambores y trompetas.  
El público aplaude el arte en mover la manta, los movimientos absurdos y la habilidad para pinchar al animal.
Al final los promotores obtienen un beneficio económico  muy superior al que podían haber obtenido con el semen o la carne del animal. A esto lo llamas arte y fiesta nacional para justificar el beneficio económico y cultural para legitimarlo.
Desde el punto de vista conservacionista la prohibición es la única solución, hasta aquí lo más lógico.
Desde el punto de vista ambientalista surgen algunos problemas, en primer lugar los espacios destinados a su cría y adiestramiento, por lo general dehesas boyares con cientos de años que han configurado unos ecosistemas muy ricos y protegidos, la prohibición de los espectáculos taurinos llevaría a un abandono de estos terrenos o su utilización para otros fines. Lo más temido es que al abandonar el ganado la dehesa proliferen las hiervas altas que en los meses de verano se convertirán en combustible, en caso de incendio desaparecería todo rastro vegetal, ya se han dado casos en los que se ha fomentado este abandono con el fin de destruir  la dehesa y justificar la recalificación de los terrenos como urbanizables con la escusa  de atraer riqueza a la zona.
Otro destino puede ser la introducción de animales para la caza mayor de corral, esto es utilizar las dehesas para encerar jabalíes o gamos alimentados con piensos y forraje para que se acostumbren al hombre y se dirijan a lugares concretos con el fin de facilitar su abatimiento.
Otro problema es el de las miles de familias que tras generaciones se han dedicado a esta industria, es un golpe moral que algo que ha sido respetado y venerado ahora se considere criminal, la transición es dura y difícil de entender para personas que han dedicado su vida a ello con el convencimiento de hacer un buen trabajo. Estas personas merecen un respeto y ayudarles a que la transición hacia otras industrias sea lo más digna posible.
A todos estos problemas hay que darles una solución antes de proponer la prohibición.
Desde el punto de vista de la ecología política nos encontramos con la utilización política y turística del espectáculo lo que lleva a una transición sobre valores y el fomento de otra imagen de España más centrada en los valores culturales de sus pueblos que en sus espectáculos sangrientos, no es agradable que te identifiquen en el extranjero como unos señores asilvestrados que se entretienen mareando toros para pincharlos con una espada, más que nada porque espectáculos culturales de gran interés turístico en este país vamos de sobra, no podemos reducirlo a los toros, el flamenco y el futbol.
Y por último la utilización de fondos públicos para su promoción, subvención y mantenimiento.
Aquí estoy totalmente en contra.
Mi propuesta sería:
1.      No se pueden utilizar fondos públicos para espectáculos taurinos.
2.      Se crearan normas estrictas para evitar el sufrimiento innecesario y si es posible sustituir algunas prácticas.
3.      Prohibir los espectáculos con animales jóvenes y la intervención de aficionados.
4.      Una parte de los beneficios se destinarán a causas de protección animal como compensación.
5.      Calificar como delitos penales cualquier espectáculo que se salga de la norma o no esté autorizado como el toro de Tordesillas.
6.      No utilizar la imagen del toro institucionalmente como imagen del pueblo español.
7.      Financiar proyectos de reconversión industrial de las explotaciones ganaderas dedicadas  a la cría del toro sin que éstos afecten a la existencia de los ecosistemas.
8.      Financiar proyectos de creación de empleo para las zonas afectadas con la participación de los afectados.
DANI